¿EL HETEROCONTROL Y EL AUTOCONTROL SON INVERSAMENTE PROPORCIONALES?
Quizá ya has escuchado el termino autocontrol, pero ¿Heterocontrol?
Hace poco estaba en búsqueda del antónimo de Autocontrol, sin embargo, no encontraba una palabra que satisficiera la definición que tenia en mente. Gracias a Iván Paredes encontré el termino "Heterocontrol"
RAE, hetero- es el prefijo que significa "otro", "desigualdad, "diferente"
Por lo tanto, con heterocontrol nos referimos al control ejercido por otro. Este heterocontrol puede ser dirigido de otro hacia nosotros; o en su defecto, de nosotros hacia el otro.
He notado un patrón, tanto en mi esfera personal como en el actuar de otras personas:
Cuanto menos autocontrol se posee, mayor heterocontrol se pretende implementar.
Recuerdo claramente momentos de mi vida en los cuales no tenia control alguno sobre mí; sobre mi conducta, mis emociones... y por consiguiente trataba de controlar a otras personas.
Es absurdo y evidente el error ¿Cierto?
Y he visto que es algo tan normal en nuestra sociedad que vivimos armoniosamente en esta incongruencia:
-He visto a padres perder el control, pretendiendo enseñar autocontrol a sus hijos.
- Relaciones amorosas donde quieren controlar las emociones y acciones de su pareja, pero ni siquiera conocen sus emociones propias, donde no pueden controlar su propia conducta.
-He escuchado consejos audaces que la persona no puede autoimplementar; "Escuchar sus propios consejos"
El control parece ser una acción inevitable en nuestra naturaleza, se podría relacionar esta acción con las emociones, las cuales son inherentes al ser humano; no obstante, se puede elegir cómo exteriorizarlas.
Igualmente con el control, se puede dirigir ya sea hacia uno mismo o hacia otro, pero difícilmente se escapará de el.
Me tope con un articulo sumamente interesante que les comparto hoy:
K. A modo de conclusión. Del heterecontrol al autocontrol. I.
Un pequeño fragmento:
El ámbito del heterocontrol hace de los otros y su presencia la referencia fundamental para la conducta y la emocionalidad individual. Son los demás con la amenaza e intimidación que comportan el uso de la fuerza, la violencia, el castigo o la degradación social quienes constituyen el límite del comportamiento y las emociones personales; son quienes hacen sentir su peso a fin de que la persona se comporte con propiedad y adquiera unas maneras acordes con los cánones que dicta cada código. Esta modalidad de conducta y emocionalidad heterocontroladas nos muestra cómo las coacciones que dictan los códigos todavía no han sido interiorizadas y cómo, en consecuencia, no se activan de manera espontánea y automática. En tanto coacciones no interiorizadas y por ello coacciones externas, no puede hablarse aquí de la persona como dueña absoluta de sí ya que la regulación conductual y afectiva reenvía constantemente a la presencia del prójimo.
¡Les recomiendo leerlo completo!
El heterocontrol no demanda la presencia física del otro para ser ejercida.
Esta acción ha evolucionado a tal grado que, las personas hacen las cosas porque pretenden cumplir con normas, o deseos de otras personas o por miedo al rechazo.
Nos topamos con personas presuntamente "autocontroladas" sin autonomía. Que se comportan de acuerdo a las normas sociales correctas pero con un trasfondo inmoral y con un enfoque en lo que el otro necesita, lo que el otro quiere.
Aclaro que no estoy implicando que nos debemos desinteresar de "el otro". Dado que vivimos en sociedad, es importante considerar la otredad, pero si tu conducta es regida solamente por los deseos de esta ¿Realmente existe autonomía? ¿Cómo garantizas que las normas establecidas son correctas?
Considero que lo idóneo es tener un criterio propio, elegir tus propias normas
(claro que deben entrar en ciertos paramentos morales; como el respeto)...
Si decides retomar tu camino y fomentar tu autocontrol, improbablemente te quedará energía para ejercer control sobre otros. Quizá sólo te quede la opción de compartir.
Hace poco estaba en búsqueda del antónimo de Autocontrol, sin embargo, no encontraba una palabra que satisficiera la definición que tenia en mente. Gracias a Iván Paredes encontré el termino "Heterocontrol"
RAE, hetero- es el prefijo que significa "otro", "desigualdad, "diferente"
Por lo tanto, con heterocontrol nos referimos al control ejercido por otro. Este heterocontrol puede ser dirigido de otro hacia nosotros; o en su defecto, de nosotros hacia el otro.
He notado un patrón, tanto en mi esfera personal como en el actuar de otras personas:
Cuanto menos autocontrol se posee, mayor heterocontrol se pretende implementar.
Recuerdo claramente momentos de mi vida en los cuales no tenia control alguno sobre mí; sobre mi conducta, mis emociones... y por consiguiente trataba de controlar a otras personas.
Es absurdo y evidente el error ¿Cierto?
Y he visto que es algo tan normal en nuestra sociedad que vivimos armoniosamente en esta incongruencia:
-He visto a padres perder el control, pretendiendo enseñar autocontrol a sus hijos.
- Relaciones amorosas donde quieren controlar las emociones y acciones de su pareja, pero ni siquiera conocen sus emociones propias, donde no pueden controlar su propia conducta.
-He escuchado consejos audaces que la persona no puede autoimplementar; "Escuchar sus propios consejos"
El control parece ser una acción inevitable en nuestra naturaleza, se podría relacionar esta acción con las emociones, las cuales son inherentes al ser humano; no obstante, se puede elegir cómo exteriorizarlas.
Igualmente con el control, se puede dirigir ya sea hacia uno mismo o hacia otro, pero difícilmente se escapará de el.
Me tope con un articulo sumamente interesante que les comparto hoy:
K. A modo de conclusión. Del heterecontrol al autocontrol. I.
Un pequeño fragmento:
El ámbito del heterocontrol hace de los otros y su presencia la referencia fundamental para la conducta y la emocionalidad individual. Son los demás con la amenaza e intimidación que comportan el uso de la fuerza, la violencia, el castigo o la degradación social quienes constituyen el límite del comportamiento y las emociones personales; son quienes hacen sentir su peso a fin de que la persona se comporte con propiedad y adquiera unas maneras acordes con los cánones que dicta cada código. Esta modalidad de conducta y emocionalidad heterocontroladas nos muestra cómo las coacciones que dictan los códigos todavía no han sido interiorizadas y cómo, en consecuencia, no se activan de manera espontánea y automática. En tanto coacciones no interiorizadas y por ello coacciones externas, no puede hablarse aquí de la persona como dueña absoluta de sí ya que la regulación conductual y afectiva reenvía constantemente a la presencia del prójimo.
¡Les recomiendo leerlo completo!
El heterocontrol no demanda la presencia física del otro para ser ejercida.
Esta acción ha evolucionado a tal grado que, las personas hacen las cosas porque pretenden cumplir con normas, o deseos de otras personas o por miedo al rechazo.
Nos topamos con personas presuntamente "autocontroladas" sin autonomía. Que se comportan de acuerdo a las normas sociales correctas pero con un trasfondo inmoral y con un enfoque en lo que el otro necesita, lo que el otro quiere.
Aclaro que no estoy implicando que nos debemos desinteresar de "el otro". Dado que vivimos en sociedad, es importante considerar la otredad, pero si tu conducta es regida solamente por los deseos de esta ¿Realmente existe autonomía? ¿Cómo garantizas que las normas establecidas son correctas?
Considero que lo idóneo es tener un criterio propio, elegir tus propias normas
(claro que deben entrar en ciertos paramentos morales; como el respeto)...
Si decides retomar tu camino y fomentar tu autocontrol, improbablemente te quedará energía para ejercer control sobre otros. Quizá sólo te quede la opción de compartir.
Hola, Gredsa.
ResponderEliminarQuisiera preguntarte, cuando mencionas la situación de no poseer autocontrol, ¿piensas que una persona que regula sus pasiones y emociones, que ejerce el gobierno de sí, deja de ejercer algún control sobre los demás? ¿Por qué?
(Al final de la entrada, por ejemplo, ofreces una hipótesis, y esta es que auto-regularse exige tal esfuerzo y tiempo que las propias energías son consumidas en esa tarea como para intentar controlar a los otros.)
Creo comprender tu planteamiento del problema de la relación proporcional entre autocontrol y heterocontrol. Podría plantear, en otras palabras, que la relación proporcional podría estar dada en razón de: entre menos autocontrol exista —es decir, entre menos conocimiento de sí mismo, de los propios impulsos y límites (tanto individuales, como con respecto a la libertad del otro)— por parte de nosotros, mayor heterocontrol es ejercido sobre nosotros. De igual modo, al desconocer los propios límites y los que hay respecto al otro, muy probablemente se propiciaría una tendencia a ejercer el heterocontrol (ya sea por ignorancia o deliberadamente) —por ejemplo, el actuar de modo tiránico o totalitario hacia los demás, imponiéndonos a ellos en diversos sentidos.
Pienso que estas relaciones de poder están dadas de modo dinámico y requieren siempre un marco de libertad, tal como sostiene Foucault. Cuando se ejerce el poder de modo unilateral se estaría estableciendo un dominio, es decir, una relación estática, cancelando la libertad.
Dentro del planteamiento que propones, suponiendo un ejercicio dinámico del poder, podríamos decir que ejercemos el poder de modo alternado: en un primer momento yo ejerzo el heterocontrol sobre alguien, luego en otro momento es ejercido sobre mí. Yo deseo que alguien haga algo por mí, por ejemplo, y persuado a la persona a que lo haga, siempre dentro de un marco de libertad. Y lo mismo ocurriría viceversa.
De acuerdo al artículo, los códigos determinan un modo de ser y hacer, y éste es impuesto por figuras de autoridad, y mediante adoctrinamiento (en las diferentes instituciones sociales). Esas formas externas son las del heterocontrol. El autocontrol se desarrollaría en el ejercicio de la reflexión en torno a los propios deseos, experiencias y límites, y a la extracción de principios viables de ser llevados a la vida intelectual y práctica (en nuestra conducta), hacia la construcción de un criterio ético y político. Es decir, se trata de una forma de autoconocimiento a través de la reflexión y experimentación en relación con los otros.
(No sé si esté empleando los conceptos de auto y heterocontrol de modo correcto dentro del marco conceptual de Foucault. Estoy ensayando las ideas.)
Pienso que nos constituímos y conocemos a través de los demás, y viceversa, en un intercambio constante (no necesariamente recíproco) de acciones y experiencias, y a partir de cómo llevamos a la práctica lo que reflexionamos de todo ello.
Me deja pensando de qué tantos modos influimos en los demás. A veces sin desearlo o sin percatarnos de ello.
Pero bueno. Esto da para mucho qué pensar y dialogar.
¡Muchas gracias por compartir!
Iván
Muchas gracias Iván por seguir aportando tu razonamiento, siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarConsidero que un requisito fundamental para el ejercicio del autocontrol es un estado de consciencia, sin una dosis de ésta, se imposibilita el alcance de un autocontrol. Por consiguiente, una persona consciente, difícilmente pretenderá controlar a otros; al menos esa era mi teoría.
Gracias a tu interrogante, ahora me planteo que no necesariamente será verdadero.
Si analizamos características generales de lideres totalitarios (Hitler por ejemplo); Tengo la noción básica de que poseían cierto grado de autocotrol; Quizá este equivocada, pero al menos, sus conductas reflejaban eso. Evidentemente eran personajes seducidos por el heterocontrol simultáneamente.
Por otro parte, si se logra agrupar el respeto con esta consciencia, termina siendo evidente la inmoralidad del heterocontrol.
Lamentablemente aún desconozco en general la filosofía de Foucault, pero considero interesante la correlación que has creado, indagaré más en el tema para compartir una opinión fundamentada.
Y concuerdo totalmente contigo, en la creencia de que nos constituimos y conocemos a través de la otredad.
Con todo esto se podría concluir que para indagar más en el tema del heterocontrol se tendría que segmentar en un "heterocontrol intencionado" y un "heterocontrol inconsciente"...
Tendremos que proseguir el tema en una: Ágora con café :)